La vida es injusta, de mediana edad todo el mundo lo sabe. Pero la sensación de injusticia se agudiza aún más cuando nos enfrentamos a la muerte de una persona especial que fallece prematuramente.
Raúl Acevedo Molina fue uno de esos seres: generoso, sensible, bondadoso, recto, consciente y humilde como ningún otro. Un gran lector, un buen interlocutor y una biblioteca de información e ideas trascendentales sobre muchos temas.
Nunca le he oído quejarse de una terrible enfermedad que acabó con su vida. Y digo que murió prematuramente, porque hasta hace poco (menos de dos meses) seguía publicando crónicas sumamente inteligentes y muy útiles sobre el momento político y el proceso electoral que atraviesa nuestro país.
Raúl era economista con maestría en gobierno y gestión pública y trabajó durante más de 20 años en el servicio público. Fue un gran lector e interlocutor, en su juventud fue un luchador comunista, luchó activamente contra la dictadura civil y militar de Pinochet en los años ochenta.
Irene Alvear
Santiago de Chile, 12 de marzo de 2021
Crónica digital