A nivel global, la economía ha experimentado un aumento significativo de la inflación real y esperada, acompañado de un alto nivel de riesgo, todo ello como consecuencia del conflicto armado en Ucrania y los nuevos brotes de Covid-19 en China, que han provocado una reducción en las perspectivas de crecimiento global.
Es por estas presiones inflacionarias y la creciente incertidumbre El Grupo de Política Monetaria (GPM) en su reunión mensual recomendó al Banco Central elevar la Tasa de Política Monetaria en 155 puntos base a 8,5%.
En una conferencia organizada por los expertos macroeconómicos Tomás Izquierdo, Juan Pablo Medina y los académicos de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile (FEN), Guillermo Le Fort y Eugenia Andreasen; Afirmaron que “estas históricas alzas de precios fueron el resultado de una recuperación muy rápida de la demanda, impulsada por políticas fiscales y monetarias expansivas, en un contexto de restricción de la oferta debido a que las cadenas de suministro aún se encuentran en una fase de recuperación”. “.
Además, existen restricciones impuestas en China ante la nueva epidemia de coronavirus, que se está convirtiendo en una amenaza oculta para la distribución y genera una presión de costos adicional. Esto, sumado a la inflación de precios de algunos productos como el petróleo y los granos, por la importancia de Rusia y Ucrania en la producción mundial, generó una alta volatilidad en los mercados internacionales y también revisó a la baja las previsiones de crecimiento.
INCREMENTAR EL CURSO DE POLÍTICA MONETARIA
En este contexto, con un aumento significativo de la inflación real y esperada, y con riesgos a nivel local e internacional, El Grupo de Política Monetaria recomendó elevar la tasa de interés de la TPM en 150 puntos base, para ubicarla en el nivel de 8,5%.
“El mensaje es que es imperativo continuar con el proceso de endurecimiento de la política monetaria para volver a anclar las expectativas en el rango meta del Banco Central”.el Señaló académica FEN, Eugenia Andreasen.
A nivel doméstico, el comunicado muestra que la inflación sorprendió en marzo Índice de Precios al Consumidor (IPC) la cual registró un incremento mensual de 1.9%, muy por encima de las expectativas del mercado, generando un pronóstico alcista de inflación que se espera supere el 10% a mediados de año y recién comience a retroceder en el tercer trimestre.
Al respecto, comentó el científico de la FEN Guillermo Le Fort “Gran parte de la suba de tasas que se ha registrado hasta ahora simplemente ha tenido la intención de absorber la inflación y aún no hemos alcanzado las tasas reales, que en realidad se están contrayendo”.
Si bien ha habido una pérdida de impulso en la economía desde finales de 2021, indicaron que la capacidad de la demanda para crecer más allá de la capacidad de producción de la economía seguía siendo una preocupación. Por ello, se espera que la corrección económica se agrave en la segunda mitad del año, lo que se refleja en unas estimaciones de crecimiento que continúan revisando a la baja, con un incremento esperado en torno al 1,5%-2% en 2022 y del 1%-1 5% para 2023.
Como consecuencia de este escenario macroeconómico, el GPM indica que las expectativas de inflación se mantienen libres de la meta a dos años del Banco Central de 3%, con una volatilidad del IPC esperada en torno a 4,3% a dos años (y 6,9% a un año). año)
“La mayor preocupación (del Banco Central) es la medida de que las expectativas de inflación superen el 3%. Por supuesto, el Banco Central no puede controlar directamente la inflación de mes a mes, pero a medida que la inflación se vuelve más persistente se convierte en un problema”, explicó el economista Juan Pablo Medina. “Es importante que estas expectativas de inflación se puedan calmar en el mediano plazo”, agregó.