EL BRITÁNICO PERDIDO fue encontrado muerto en un pozo en el Algarve junto a su perro muerto.
Harry Bradley, de 22 años, desapareció del pueblo de Paderne, cerca de Albufeira, el 16 de marzo.
Se cree que vivía en el pueblo donde fue visto por última vez paseando con su perro, Nim.
La policía portuguesa confirmó que su cuerpo fue encontrado en un pozo en la ciudad de Sao Bartolomeu de Messines, a 15 minutos en auto hacia el norte a las 8 a.m.
Los oficiales dijeron que su camioneta Berlingo cerrada y estacionada fue encontrada cerca en un terreno baldío.
Registraron los terrenos con perros rastreadores después de detectar una señal de su teléfono celular.
Al momento de su desaparición, sus desesperados padres dijeron que “no hay rastro de dónde podría estar o si le pasó algo grave”, informa Algarve Daily News.
La causa de su muerte no quedó clara de inmediato, aunque fuentes bien ubicadas dijeron que no había evidencia de un crimen.
Ahora se realizará una autopsia, aunque no se espera que los resultados se hagan públicos.
Según Portugal Resident, la familia de Harry vive en el Algarve desde 2017.
Llegó aquí en 2018 después de sus niveles “A” y ayudó a su padre con el trabajo de construcción y otras tareas generales.
El año pasado, el consultor financiero Trevor Pelling murió tratando de salvar a sus dos hijas en Portugal.
Un surfista sacó al hombre de 45 años del océano.
La tragedia ocurrió en la playa de Calada en Encarnacao, aproximadamente a una hora en automóvil al noroeste de Lisboa.